Y como reza el nombre, es un rinconcito de lo más elegante, tranquilo y alejado, desde fuera pareciera que está cerrado, sólo si sabes que buscas podrás llamar la atención del dueño, quien está en la entrada de la casa que para nada parece que tiene un restaurant dentro, de lo más tranquilo tomando fresco aire y conversando, amablemente te introduce al local, te lleva a tu mesa, designa a uno de sus mozos para darte una atención esmerada y de bienvenida un cocktail de algarrobina!!! buen aperitivo que muestra lo versátil de nuestra comida.
Llega la carta con todas las opciones imaginables de comidas criollas, pero yo buscaba sólo dos cosas: la primera, el Chinguirrito, es un ceviche de pez guitarra seco, que es cortado en finas tiritas y sabe delicioso. Fue más de lo que yo necesitaba, lamentablemente no pude pedir media porción... sin embargo satisfizo mi paladar por demás exigente!!!
Ay no, hacía demasiado calor etuve que irme a remojarme un momento en el lavabo, y cuando regresé tenía un ventilador solo para mi!!! que tal atención!
Y cuando recién iba a la mitad de mi chinguirrito, llegó el plato bandera del lugar "arroz con pato" ya no iba a poder con tanta comida... dos opciones: o dejaba el chinguirrito a la mitad o me llevaba el pato al hotel... difícil decisión... ya bueno comer una parte y el resto para la noche en el hotel, para después de...
Así es señores, Chiclayo tiene lo suyo, el pato de todas maneras!
Y como reza el nombre, es un rinconcito de lo más elegante, tranquilo y alejado, desde fuera pareciera que está cerrado, sólo si sabes que buscas podrás llamar la atención del dueño, quien está en la entrada de la casa que para nada parece que tiene un restaurant dentro, de lo más tranquilo tomando fresco aire y conversando, amablemente te introduce al local, te lleva a tu mesa, designa a uno de sus mozos para darte una atención esmerada y de bienvenida un cocktail de algarrobina!!! buen aperitivo que muestra lo versátil de nuestra comida.
Llega la carta con todas las opciones imaginables de comidas criollas, pero yo buscaba sólo dos cosas: la primera, el Chinguirrito, es un ceviche de pez guitarra seco, que es cortado en finas tiritas y sabe delicioso. Fue más de lo que yo necesitaba, lamentablemente no pude pedir media porción... sin embargo satisfizo mi paladar por demás exigente!!!
Ay no, hacía demasiado calor etuve que irme a remojarme un momento en el lavabo, y cuando regresé tenía un ventilador solo para mi!!! que tal atención!
Y cuando recién iba a la mitad de mi chinguirrito, llegó el plato bandera del lugar "arroz con pato" ya no iba a poder con tanta comida... dos opciones: o dejaba el chinguirrito a la mitad o me llevaba el pato al hotel... difícil decisión... ya bueno comer una parte y el resto para la noche en el hotel, para después de...
Así es señores, Chiclayo tiene lo suyo, el pato de todas maneras! 
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