Tacu - tacu con seco de cabrito!
Así que luego de ver que el almuerzo era necesario, pues hice lo que ya es un clásico para aquellos que consideran que botar la comida es un lujo que no se puede dejar pasar!
Los frejoles que quedan del día anterior se pueden aprovechar! y acompañar de la manera que prefieran, el secreto es tener un buen preparado, es decir, que estén suaves, que hayan sido bien aderezados, y que hayan sido cocinados con cueritos de cerdo! aunque no lo crean! jajajaja (mi papá solía comprar una cabeza de cerdo entera, la deshuesaba, el cuero se retiraba y se marcaba por dentro con un cuchillo en cuadrados y se espolvoreaba con sal gruesa y se ponía a secar al sol, este cuero era precisamente para los frijoles! y el resto pues iba al horno! ñam!!)
Así que colocan una sartén al fuego, un chorrito de aceite y colocan una buena porción de frijoles, que caliente y le añaden arroz blanco (la proporción es que no quede demasiado arroz como para que se desmorone ni tanto frijol como para que no tome cuerpo...) la van amasando de a pocos y van a ver como se va formando una mole consistente, yo lo que hago es colocarla a un lado y chorrear otro poquito de aceite en el lado libre para que así ya lo pueda freír, deben ver que se vaya formando los lados doraditos y con un buen movimiento de muñeca: zas! le dan la vuelta! de allí directito a un plato y a acompañarlo de la mejor manera, en mi caso lo hice con un seco de cabrito a la norteña que había preparado previamente.
Entonces queda de ustedes el acompañamiento, pero es delicioso!
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